¿Se imaginan que hoy en día los alumnos tuvieran que usar un uniforme según la ocasión, la temporada o el nivel?
El primer indicio del uso de uniforme
escolar de esta institución, es señalado en el reglamento provisorio, tiempo
después de la firma del decreto de su fundación. Éste señala la ropa que deben
usar los alumnos para salir a la calle: debe llevar una banda azul
terciada con un escudo, cuyo color del fondo diferenciaba a los que estudiaban
gramática de los que estudiaban filosofía, matemáticas y teología. Esto
demuestra la influencia de los simbolismos, por ejemplo en el caso del uso de
un escudo que facilitaba la identificación con el establecimiento.
Los uniformes del año 1821
Uniforme dentro del colegio: pantalón con cierre de alzapón en paño negro, camisa blanca de lino y
levita abrochada hasta el cuello en paño negro.
Uniforme fuera del colegio: pantalón con cierre de alzapón en paño negro, camisa blanca de lino y
frac de cuello alto de paño negro.
Uniforme de misa de gracia: calzón con cierre de alzapón con medias largas blancas, camisa blanca
de lino y frac de cuello alto en paño negro.
En 1828 el Ministerio
de Interior establece un decreto para los Institutos de Santiago, Coquimbo,
Concepción y Talca que reglamenta el uso de un uniforme para los alumnos dentro
de las casas: pantalón y casaca corta de brin color plomo, corbata negra, gorra
de piel y zapatos de becerro y cordobán.
Uniforme para la salida: pantalón con cierre
de alzapón en paño negro, camisa blanca de lino con cuello ala y corbata blanca
de seda, chaleco de cuello alto de paño negro. casaca larga de paño
negro con botamanga y cuello bordados en seda. el cuello lleva bordadas
estrellas de seda verde y las iniciales i n en cada borde superior.
Uniforme de los seminaristas: pantalón con
cierre de alzapón en paño negro, camisa blanca de lino con cuello ala y corbata
negra de seda, chaleco de cuello alto de paño negro. levita larga de
paño negro.
Uniforme de los superiores: pantalón con
cierre de alzapón en paño negro, camisa blanca de lino con cuello ala y corbata
blanca de seda, chaleco de cuello alto de paño negro. casaca larga
de paño negro con botamanga y cuello bordados con hojas de laurel y
estrellas.
Este decreto de 1828 establecía
también, la vestimenta que debieran usar los rectores y vicerrectores: que era el mismo de los estudiantes,
diferenciándose y adicionando más bordados en el cuello y bordes de la casaca.
Si bien no sabemos el real impacto de
estas ordenanzas, lo que sí es seguro es que en un nuevo estado independiente
las autoridades no tuvieron el tiempo ni el interés en hacer cumplir estos
decretos por lo que se indicó que los alumnos anduviesen vestidos de un modo
“regularmente decente”.
En estos uniformes podemos ver el
intento por diferenciar a quienes asisten a las instituciones educativas de los
que no lo hacen: el uso de una misma indumentaria identifica a los integrantes
de un grupo como tales, tanto entre sí como ante los demás.
La exigencia del uniforme implica el
intento de una comunidad por construir una identidad específica, convirtiéndose
en una marca que la diferencia de otras instituciones y de otros jóvenes. Aun
esto, el reglamento invita a los alumnos a considerarse entre ellos como
iguales.
En las imágenes aparecen alumnos de nuestro establecimiento en el Desfile de uniformes escolares históricos, desarrollado en el I Congreso de Educación y Patrimonio que organizó nuestra institución en julio. Ellos visten algunos uniformes de 1821 y 1828, confeccionados por alumnas de la carrera de Diseño de Vestuario de la Universidad Tecnológica Inacap.
Nicole Ramírez Rivera
Investigadora
Departamento de Patrimonio y Extensión
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